La música y el arte en general a menudo encuentran inspiración en las experiencias de la vida real, especialmente en el amor. Uno de los ejemplos más notables de esto es la canción "El 7 de septiembre" de Mecano, que narra una historia de amor que en realidad fue vivida por el músico Nacho Cano y la escritora Coloma Fernández Armero.
El encuentro de Nacho Cano y Coloma tuvo lugar en una noche de fiesta el 7 de septiembre de 1981 en el bar Golden Village. Coloma tenía 19 años, mientras que Nacho tenía 18. Así comenzó su apasionada historia de amor, que duró hasta 1989. Esta relación también fue inmortalizada en la canción "La fuerza del destino", que forma parte del álbum "Descanso dominical" (1988).
Sin embargo, como todas las historias de amor, la de Nacho y Coloma también llegó a su fin. Aunque la separación fue difícil, decidieron tomar distancia. A pesar de la ruptura, seguían viéndose de vez en cuando, especialmente para celebrar su aniversario en un restaurante llamado La Parra, donde siempre elegían la mesa número 9.
Coloma recuerda una ocasión especial en la que celebraron su primer aniversario después de la separación en La Parra. A pesar de la cautela y el respeto mutuo, esta comida fue un momento significativo para ambos.
Lo más sorprendente para Coloma fue descubrir que su historia de amor con Nacho Cano había sido inmortalizada en la canción "El 7 de septiembre", que forma parte del álbum "Aidalai" (1991), el sexto y último álbum de Mecano. Escuchar la canción en lugares inesperados como aeropuertos o hoteles la sobresaltaba. Aunque en un principio fue impactante, con el tiempo, Coloma logró ver la canción con más distancia y apreciar lo hermoso de esa etapa de su vida.
En resumen, "El 7 de septiembre" es mucho más que una canción de amor; es un reflejo de la intensidad y la pasión de la historia real entre Nacho Cano y Coloma Fernández Armero, que quedó inmortalizada en una de las canciones más icónicas de Mecano.